Con la llegada del calor al emisferio norte, The Coca-Cola Company ha decidido renovar la imagen de su segunda marca más grande, Sprite, que factura más de 20.000 millones de dólares al año solo en Estados Unidos. Un cambio con sus luces (un diseño mucho más limpio que no pierde fuerza respecto a sus versiones anteriores) y sus sombras (algunas aplicaciones, como la versión «Zero Azúcar» que no me termina de convencer) que vamos a ir desgranando en este post.
Empecemos por el principio. El principal problema al que se enfrentaba Sprite es que no tenía una imagen sólida en todo el mundo, sino que presentaba diferentes versiones dependiendo del país. Es por eso que el equipo de diseño interno de Coca-Cola y la agencia Turner Duckworth se pusieron a trabajar juntos para crear un sistema de identidad visual global que resolviera todo el lío de logos, aplicaciones y packagings que tenían a nivel internacional.
En esta nueva versión se mantienen los elementos característicos de Sprite, así como sus colores verde y amarillo, pero el nuevo logo abandona la forma de estrella que acompañaba al nombre de la marca hasta ahora. Este recurso no desaparece, sino que se usará como detalle en diferentes aplicaciones como los tapones de las botellas, junto a los sabores de la bebida o en la publicidad.
El estilo de la tipografía del logo se mantiene con algunas modificaciones para seguir transmitiendo los valores de energía y juventud que la marca necesita para llegar a la Generación Z.
El diseño de los packagings se ha simplificado y limpiado de elementos, conservando únicamente el fondo verde, el logotipo de Sprite (que se sitúa en el tercio superior en el caso de las latas) y el nombre del sabor en cuestión. Otro de los grandes cambios viene de la mano de las botellas, que dejan de lado su característico color verde y serán transparentes para que sean más fáciles de limpiar y reciclar.
En el caso de las versiones normales de Sprite, la marca seguirá utilizando el logotipo en color blanco y las variedades sin azúcar utilizarán un logo negro para que sea más fácil de distinguir. La verdad es que quizá esto último es lo que menos me convence de esta propuesta porque me saca por completo del universo visual de la marca, pero es el mismo recurso que utilizaron con Coca-Cola y al final me he ido acostumbrando…
La compañía ha decidido lanzar este nuevo sistema de identidad visual global coincidiendo con su campaña veraniega, que lleva por título «Heat Happens» y que se presentó hace tan solo unos días. «En un mundo más acalorado que nunca, creemos que ha llegado el momento de lanzar la primera identidad visual unificada en Sprite para ofrecer una experiencia de consumo consistente en todo el mundo e introducir a un nuevo público más joven en la marca», cuenta Shrenik Dasani, director global de marca de Sprite.
Por su parte, Rapha Abreu, Vicepresidente Global de Diseño de la compañía explica que «la nueva identidad de marca de Sprite es nítida y clara, se abre paso entre el ruido y transmite confianza como marca icónica». Y creo que precisamente esto es lo que la marca necesitaba y es el punto fuerte de este trabajo: quedarse con la esencia de la marca para eliminar todo lo que generaba ruido a su alrededor.